Máximo Picallo: "El Fogape fue un salvavidas de plomo"
En la conversación, Picallo señaló que “estos cambios los planteamos hace dos meses, donde le planteábamos al Gobierno que el plan Paso a Paso estaba agotado. La movilidad seguía alta y el costo en términos de empleo no se justificaba con la movilidad existente. Se tomaron en cuenta estas consideraciones esperamos tener mayor respiro. En fase 2 los restoranes pueden atender solo a vacunados, el aumento en los aforos y los cambios en el toque de queda”.
Según comenta la cabeza de Achiga, los créditos Fogape fueron una oportunidad de salvación en su momento, pero al tardar tanto la reactivación y reapertura finalmente terminó convirtiéndose en un problema más para el rubro gastronómico.
“A marzo, se perdieron la mitad de los empleos y eso ha seguido creciendo. Esta medida va a dar vuelta eso. Han cerrado más del 30% de los locales y el endeudamiento es altísimo. Se pidieron créditos Fogape y no se han podido pagar. A los trabajadores también se les debe; se deben arriendos. El Fogape fue un salvavidas de plomo. Todos esperaban que esto se pudiera pagar en 6 meses de gracia, pero ha pasado más de un año. Quizá se requería meses de gracia hasta poder volver a funcionar, pero no fue así”, dijo en la entrevista.
¿Cuándo viene la recuperación?
En presidente de Achiga estima que la recuperación del rubro de la gastronomía se dará recién en cuatro años, siendo incluso más complicado para los restaurantes de zonas turísticas.
“Hablo de Torres del Paine o San Pedro de Atacama. Tengo la esperanza que si se nos permite trabajar vamos a poder recuperarnos. Dábamos cerca de 300 mil empleos directos y otros 100 mil indirectamente”, dijo.
Para Picallo, la pandemia marcó un cambio en la manera de trabajar en el rubro gastronómico, donde “hay un concepto nuevo con el mundo del delivery, pero era una función social más que un salvataje económico para nosotros. No todos los restorantes pueden meter su producto en una cajita de delivery. Las pizzas los sushi son más susceptibles, pero los costos del delivery son altos. El delivery se va a tener que reinventar también”.
Respecto de los cierres intermitentes por las medidas sanitarias, el presidente de Achiga señaló que “hemos tratado de conversar con todos los sectores. Hemos hablado con el Colmed, con el Gobierno. No nos gustaría ser el jamón del sándwich. Aquí una cosa es el covid, que afecta a la salud, pero hay una serie de materias que han afectado a la salud por haber cerrado todo. Una persona que pierde su trabajo tiene más problemas, no sólo en lo económico. Tenemos que dejar esta pelea entre Gobierno y médicos”.