El gigante aeroespacial estadounidense Boeing dio a conocer esta semana nuevos problemas en la cadena de producción de su modelo de avión 737-Max. Según la propia compañía, se detectaron nuevos problemas en el fuselaje las aeronaves, relacionados con procesos de diseño y “en ningún caso afectando a modelos que ya están operativos”.
En el comunicado, el según director ejecutivo de Boeing Commercial Airplanes, Stan Dealrevela explica que fue un proveedor quien alertó sobre fallos en los estándares de algunos fuselajes, indicando que dos agujeros podrían no haber sido taladrados exactamente conforme a los requisitos de la empresa.
Aunque se enfatizó que esta condición potencial no representa un riesgo inmediato para la seguridad en vuelo, Boeing ya advierte de que será necesario reajustar piezas en aproximadamente 50 aviones, lo que retrasará (aún más) las entregas de modelos a decenas de aerolíneas.
Un problema más que afecta a la imagen de seguridad de Boeing
Boeing destaca además la importancia de la colaboración “continua con sus proveedores y la vigilancia constante sobre la calidad y seguridad de sus aeronaves”, tratando así de desvincularse de la imagen que hace unas semanas se volvió viral, en la que una puerta de emergencia de la aerolínea Alaska Airlines salió despedida en pleno vuelo por un problema de ensamblaje del modelo.
Un suceso polémico que provocó el desplome total de Boeing en las bolsas internacionales, quien lleva meses perdiendo valor en el mercado por una sucesión de polémica relacionadas con las seguridad de sus aeronaves. Y ahora, con este nuevo fallo detectado, parece que las críticas se retoman.
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