Al igual que otras ciudades de Argentina –como Salta, apodada “La Linda” –, Mar del Plata también tiene su sobrenombre: “La Feliz”.
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Argentina: qué hacer en tres días en Mar del Plata
Ubicada en la provincia de Buenos Aires, Mar del Plata es una de las ciudades turísticas más importantes de Argentina, con múltiples opciones para los viajeros.
Ubicada a 419 km. de la Ciudad de Buenos Aires, cuenta con una muy atractiva oferta de propuestas para familias, parejas, amigos o grupos
A continuación se brinda un programa alternativo para recorrerla y disfrutarla durante tres días.
Día 1: playas, gastronomía y Bosque Peralta Ramos
Mar del Plata cuenta con 47 km. de costa que alojan extensos mantos de arena que se unen con el romper de las olas del océano Atlántico. La temperatura del mar es óptima para los días de mucho calor que se viven en la temporada estival y las olas son perfectas para iniciarse en el surf, el deporte favorito de la zona.
Entre las playas tradicionales figuran Playa Grande, un clásico cerca del centro y con mucho movimiento; la conocida Punta Mogotes, y todas las del sur de la ciudad, que también funcionan como sedes para grandes festivales de música y para la movida juvenil nocturna.
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En ellas hay a disposición distintas opciones gastronómicas, como los puestos de choclos pintados en manteca o los churros rellenos de dulce de leche, además de bebidas y helados.
Pero, si se quiere saborear los clásicos platos de mar, en las cercanías hay múltiples restaurantes especializados en pescados, entre los que abundan las corvinas, gatuzos, pejerreyes, merluzas, meros, y lenguados, entre otros; y en mariscos, como las exquisitas rabas y los calamares fritos rebozados en harina, a la vez de los langostinos, las gambas al ajillo, el pulpo y los chipirones.
En ese sentido, la zona del puerto es una buena opción para adentrarse en la cultura gastronómica local y, de paso, recorrer sus pintorescos rincones.
En cuanto a los paseos, uno muy recomendable es visitar el Bosque Peralta Ramos, con 500 ha. de árboles y flora local. Además de caminar por sus calles de tierra, se puede visitar la feria de artesanías.
Día 2: escapada a Chapadmalal
Uno de los destinos tendencia de la Costa Atlántica es Chapadmalal, ubicado a solo media hora en auto de Mar del Plata.
El lugar enamora a los visitantes con su fresca energía, vasta naturaleza y una magia especial que atrae, sobre todo, a los más jóvenes. Acantilados rojizos, playas extensas (imperdible la llamada
Luna Roja), una marcada vibra surfer y paradores frente al oleaje del mar son las principales atracciones, que se complementan con vistas y atardeceres únicos.
A la vez, es posible visitar la primera bodega con tintes oceánicos instalada entre campos verdes, lomadas levemente elevadas y aires que desprenden el olor característico del mar.
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Día 3: parada fotográfica en los acantilados, compras, Museo MAR y teatro
Con una altura de hasta 22 m. sobre el nivel del mar, los acantilados de Mar del Plata también se incorporan a la lista de razones para conocerla. Paredones rocosos se tiñen de un color ocre y brindan un gran espectáculo con el reflejo del sol. Para disfrutar de estos colores y de las vistas hay que trasladarse hasta el balneario Los Acantilados, al sur de la ciudad. El lugar regala la postal ideal para absorber la paz propia del entorno natural y tomar fotos para recordar siempre ese momento mágico.
Pero, también hay que tener en cuenta que el viaje a Mar del Plata no está completo sin el recorrido comercial, durante el cual se pueden comprar sus clásicos y exquisitos alfajores y los tradicionales pulóveres, entre otras tantas alternativas.
La peatonal San Martín, parte de la calle Güemes, la calle Alem y la avenida Juan B. Justo son los principales centros para pasear, mirar vidrieras y adquirir productos y souvenirs.
Por último, vale destacar la siempre interesante y variada cartelera teatral y de espectáculos de La Feliz, junto con sus propuestas culturales como, por solo nombrar un ejemplo, el Museo de Arte Contemporáneo (MAR), que en su puerta recibe a los turistas con la icónica obra de la reconocida artista Marta Minujin: un lobo marino gigante armado con 50 mil envoltorios de alfajores.
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