Tal como sucedió luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, los viajeros del colectivo LGBTQ+ salen al rescate de la industria turística.
El rol del turismo LGBTQ+ para la recuperación pospandémica
Con una torta del 10% y el 18% del global de los viajeros internacionales y gastos turísticos, respectivamente, desde la Organización Mundial del Turismo (OMT) apuestan a que este segmento ratifique su relevancia en el sector en la pospandemia.
En este orden, estiman que el rubro revalide la expectativa de derrama económica y tasa de crecimiento anual superior a US$ 250 mil millones y 5,5%, respectivamente, para los próximos años. La media de incremento estimada para el turismo vacacional es del 2,2%.
Por su parte, desde el World Travel and Tourism Council (WTTC) también confían en la pronta recuperación del colectivo, cuyos miembros de la comunidad viajan tres veces más que los heterosexuales, con una estancia más larga en destino y un gasto medio tres veces superior.
En términos económicos, si se tratase de una nación, esta comunidad global tendría el quinto PIB más alto del orbe, con un poder de compra estimado en US$ 3,9 trillones.
Te puede interesar: Turismo LGBTQ+, un segmento que crece rompiendo barreras y prejuicios
No alcanza solo con pintarse de colores
Si bien Argentina y Brasil fueron los precursores en explotar este mercado en la región, cada vez son más los destinos que buscan, desde sus políticas públicas y privadas, que estos viajeros se sientan bienvenidos.
“Estamos viendo que el turismo LGBTQ+ está comenzando a expandirse más allá de las grandes ciudades”, indicaron desde la OMT, para aclarar: “Es importante que reciban bien a las personas del colectivo, pero deben entender que eso no es suficiente. Es clave que se escuche su voz y que sus esfuerzos sean visibles”.
En otras palabras, los interesados en explotar este mercado deben trabajar mucho más en la experiencia, la comunicación y el producto; así como contemplar a la población local para que las campañas y los esfuerzos de promoción sean auténticos y ayuden a las vidas de las personas LGBTQ+.
Ya sea abordando temáticas que otros destinos no se animan a tocar, haciendo donaciones o rompiendo barreras y estereotipos, las campañas de marketing dirigidas a este segmento deben demostrar diversidad y autenticidad.
Es importante que en la publicidad aparezcan personas de distintas edades porque el marketing trata de precisión. Es clave orientar los anuncios a la audiencia que quieren impactar. Un mensaje correcto tiene que romper con los estereotipos de arcoíris, unicornios, banderas o parejas con cuerpos perfectos.
Destinos a la caza del turismo LGBTQ+
México se encuentra entre los 10 países más visitados por esta comunidad. Los registros prepandémicos destacan que más de 2,7 millones del segmento escogen este destino para sus vacaciones, siendo su gasto promedio diario US$ 1.700. Riviera Maya, Puerto Vallarta, Acapulco y San Miguel de Allende son los escenarios mexicanos más visitados.
Por su parte, en Argentina creció un 11% el turismo LGBTQ+ y de los más de siete millones de personas que visitaron el país en 2019, se estima que más de medio millón pertenecen a dicha comunidad. Esperan que, en 2023, se supere esas cifras.
Colombia, por ejemplo, se está estableciendo como un destino cada vez más amigable con la comunidad. Este destino emergente para el rubro generó US$ 150 millones anuales en 2019.
En otro orden, y si bien Curazao y Puerto Rico se destacan por sus esfuerzos para promover el turismo LGBTQ+, en el “top five” de los destinos internacionales preferidos por este segmento aparece solo un país de Latinoamérica y el Caribe: México.
No se trata de tendencias, sino de un estilo de vida
Entre los aspectos positivos que analiza un viajero del segmento para elegir donde vacacionar, se destacan el estatus respecto al matrimonio legalizado entre personas del mismo sexo, las leyes laborales vinculadas a temáticas de diversidad y la protección de los trabajadores LGBTQ+.
Asimismo, valoran las medidas impulsadas contra la discriminación, la criminalización de la violencia basada en el odio, la adopción y su reconocimiento, así como si es un buen lugar para vivir para personas de la comunidad.
La isla feliz y amigable
Considerados como los Óscar para los viajeros LGBTQ+, Aruba resultó elegida como el mejor destino gay friendly de playa en los Gay Travel Awards 2021.
Fue destacada por la visión cosmopolita de sus pobladores y la actitud progresista, que la hace irresistible para los viajeros del colectivo. Estos pasajeros la eligen no solo por sus playas, sino porque es un escenario ideal para pasar unas vacaciones tranquilas con alojamientos de primer nivel, vida nocturna, gastronomía premium, respeto social y un colorido arte callejero.
Una región “no” insegura
Un estudio de Asher & Lyric reveló los destinos más y menos peligrosos para el turismo LGBTQ+, donde solo una nación de América Latina y el Caribe aparece en el top ten.
Este “índice de peligrosidad” lo encabezan Nigeria, Qatar y Yemen; mientras que Barbados, en el puesto ocho, es el único representante de la región. Jamaica, por su parte, se ubica en la posición 18.
En contrapartida, Suecia es el país más amigable para los visitantes del segmento; al tiempo que Colombia y Uruguay aparecen en el top 20. Argentina se ubica en el puesto 32°, detrás de Chile.
Temas relacionados