Por Daniel de León, arquitecto especialista en la intervención del Patrimonio Arquitectónico.
Nota gentileza revista Habitat.
Historia de un renacimiento
El edificio del Hotel Casino Carrasco nació como elemento urbano central de la estación balnearia del mismo nombre, proyectada en las primeras décadas del siglo XX. Ostenta una historia de desarrollo, esplendor y decadencia. Ser testigos de su renacimiento es un privilegio.
¿Por qué recuperar el Hotel Casino Carrasco? Las ciudades necesitan edificios emblemáticos. Esta afirmación por sí sola puede justificar, en parte, la operación de rescate emprendida para con el edificio del Hotel Casino Carrasco. Pero, además, en este caso se debe señalar la singularidad de la relación del edificio con el barrio homónimo, jerarquizada por el diseño de la trama urbana, obra del paisajista Charles Thays.
¿Para qué recuperar el Hotel Casino Carrasco? El concepto de monumento, actualmente cuestionado, implica una postura ante la necesidad de definir una intervención en un edificio al que se le reconocen valores patrimoniales.
Como afirma el profesor Carlos Mario Yory: "No se puede recrear algo que ya no existe"; no se puede recrear el ambiente de la Belle Epoque. En consecuencia, una intervención de recuperación edilicia que no tenga clara esa idea nos hace caer inevitablemente en una museificación del edificio a intervenir.
Por el contrario, si al edificio lo caracterizamos como bien patrimonial, lo traemos al presente manteniéndolo vivo, estableciendo nuevas maneras de relación con ese objeto referencial: "Menos escultórica, más dinámica, más cercana a nuestra vida", tal como señalara Yory ("Del monumento a la ciudad: una mirada a la valoración patrimonial más allá de la monumentalidad", Seminario Internacional, Facultad de Arquitectura Valle Giulia, Roma, 4 de diciembre de 2009).
Sin duda, el equipo de proyecto actuó con esta mirada, procurando no sólo conservar la momia sino, además, hacer caminar al faraón.
¿Cómo recuperar el Hotel Casino Carrasco? Poniendo en valor lo existente y cuidando que el proyecto articule el nuevo destino, respetando el carácter del edificio. Para ello resulta imprescindible administrar la fricción resultante, de forma que el diálogo entre la nueva construcción y lo preexistente no derive en la banalización de este último, por más que se tense el contrapunto entre uno y otro.
HISTORIA.
Luego de llegar a su máximo esplendor, se puede estimar que la decadencia del edificio se inició en los 50. Paulatinamente, el nivel de los servicios fue decayendo y la gestión de las oficinas competentes de hoteles y casinos municipales no pudo revertir un proceso que se agudizó con el paso del tiempo.
Hacia fines de la década del 80 tomó fuerza la idea de otorgar en concesión el Hotel Casino Carrasco, con la condición de que se recuperara el edificio.
Finalmente, en 1999, luego del proceso de licitación correspondiente, se le asignó la concesión a la empresa Carmitel. El proyecto de intervención del edificio fue realizado por el estudio Baudizzone-Lestard-Varas y en 2001 se iniciaron las obras, pero se detuvieron al año siguiente.
Así, la Intendencia de Montevideo determinó -en marzo de 2006- que la empresa Carmitel había caído en incumplimiento.
En 2008 se realizó un nuevo proceso licitatorio. En este último llamado, el pliego establecía que el componente "proyecto de arquitectura" tenía un peso muy importante en el puntaje que se le asignaba a cada una de las propuestas a considerar.
Finalmente, el consorcio Carrasco Nobile SA (CNSA) resultó adjudicatario de la concesión por 30 años. Su propuesta arquitectónica tenía la autoría del estudio Ibarroule, Aprea y Cradel (IAG), con un proyecto que proponía la intervención para la puesta en valor del edificio original, realizando tareas de liberación de volúmenes y construcciones adosadas con el correr de los años y, particularmente, en el período de obra 2001-2002.
Como estrategia, se planteó crear -a nivel de subsuelo, bajo la explanada de acceso y hacia el sector de la rambla- el área de casino (3.000 m2), mientras que en el sector opuesto se dispondrían los lugares de estacionamiento para casi 200 vehículos e instalaciones (6.000 m2). Como resultado, se obtendría un área cubierta total de 26 mil m2, distribuida en distintos niveles.
Asimismo, en el basamento se ubicaría el spa, el foyer y el lobby del casino, los vestuarios deñ personal, la cocina principal, los depósitos y servicios.
La planta principal, denominada Piano Nobile, contendría el vestíbulo de acceso al hotel, el lobby, el restaurante, la confitería, el salón de fiestas, la administración, las áreas técnicas y servicios.
Las habitaciones, de distintas dimensiones y categorías, se distribuirían entre los niveles 1 y 4, y en el entrepiso, contando además con locales de servicio a las habitaciones y técnicos.
Asumiendo que todas las instancias previas se cumplieran en forma correcta -es decir, que se definieran adecuadamente los objetivos y que en la licitación se optara por el mejor desarrollador del proyecto (CNSA)-, llegó la instancia de la concreción. Y es en este punto en el que se visualizó un doble desafío: por un lado, la capacidad del socio privado para mantener sus compromisos; y por el otro, la de la administración pública para controlar y acompañar en forma eficiente el proceso.
OBRA COMPLEJA Y PLAZOS EXIGUOS.
Para cumplir con lo establecido se formuló un plan conformado por un conjunto de obras que se desarrollaron en forma simultánea: demoliciones, excavaciones, restauraciones, ampliaciones y reformas.
En febrero de 2010 se autorizó el inicio de los trabajos preparatorios consistentes en el cercado perimetral, demoliciones gruesas y excavaciones, entre otras tareas.
Como dato adicional, se destacó la importancia del "patrimonio arena" obtenido de las excavaciones, con un volumen de 40 mil m3 aproximadamente, los que fueron volcados principalmente en la playa del Buceo, contribuyendo a la recuperación de su nivel y a eliminar el problema de "playa húmeda", en el marco de la Certificación de la Gestión Ambiental de playas según la norma UNIT-ISO 14.001.
En septiembre de 2010 se aprobó el permiso de construcción, luego de la autorización del proyecto ejecutivo, y se estableció formalmente el inicio de obras. A partir de ese momento, la empresa contaría con un plazo de 20 meses para la culminación de los trabajos.
Para la construcción de los subsuelos se tuvo que considerar la proximidad del río, la escasa profundidad a la que se encuentra la napa freática (entre 1,5 y 2 m.), los suelos arenosos y la presencia de capas de suelos impermeables a partir de los 12 m. de profundidad. Esto motivó la decisión de proyectar un muro colado de hormigón de 14 m. de profundidad y más de 400 m. de desarrollo, generando un recinto cerrado que permitiera realizar los trabajos de excavación y construcción sin la presencia de agua.
LA RESTAURACION.
"Una nueva especialidad amenaza la aproximación sintética del arquitecto al
proyecto: el experto en intervención en edificios monumentales. La arquitectura difícilmente admita especialidad en el proceso creativo del proyecto, aunque evidentemente necesita a los especialistas para dialogar y desarrollar aspectos particulares." (Ignacio Paricio, "No lo conocerás bastante. La exigente intervención en el legado construido", Arquitectura Viva Nº 110, 2006).
El arquitecto Paricio inicia de esta manera el artículo de referencia en el que desarrolla el concepto de que la intervención en un edificio histórico no difiere de manera alguna respecto a la ejecución de otros proyectos. Sin embargo, destaca que, en la actuación sobre un edificio histórico, el arquitecto tiene que considerar "más datos previos", y plantea la necesidad de aproximarse a técnicas específicas.
La arquitecta Mariana Mandressi fue designada por el concesionario como asesora en consolidación y restauración del edificio. Fue su cometido realizar el estudio y la valoración de los componentes históricos, artísticos y arquitectónicos, así como un relevamiento del estado de la materialidad.
La búsqueda de todo tipo de información quedó registrada, citando fuentes y estableciendo las referencias correspondientes. Se realizó la graficación de la información mediante planos, mapeos y fichas. De esta manera, se obtuvo el diagnóstico del estado de conservación. Posteriormente, se realizaron ensayos y análisis recomendados, se analizaron las lesiones detectadas y se recomendaron los métodos y medidas de protección de los elementos a conservar.
Trabajo singular el de la arquitecta Mandressi, que "condicionó" en el mejor de los sentidos la intervención de los proyectistas del estudio IAG, definiendo los sectores a recuperar y estableciendo un marco para la "negociación" que supone la tarea de rehabilitación.
De esta manera, la envolvente (fachadas y cubiertas históricas) y los salones principales del piano nobile (donde originalmente se ubicaban la recepción, el salón de fiestas, el comedor, la galería y el casino) resultarían ser los depositarios del carácter del edificio.
En el resto de la edificación prácticamente no quedaba nada para restaurar, debido a las intervenciones anteriores y a que la nobleza de la construcción y los materiales utilizados evitaron que el deterioro fuera mayor.
LA OBRA EN MARCHA.
Realizada la excavación para los subsuelos, el edificio original quedó literalmente sobre una duna, la cual se debió proteger para que no perdiera humedad y así evitar un posible colapso. Simultáneamente, se alzó el muro de contención y se intervinieron los cimientos de piedra originales para que permitieran crear los pasajes (túneles) a nivel del basamento del edificio, para acceder al local destinado a casino.
Asimismo, se procedió a la consolidación de los elementos estructurales, tarea necesaria por el estado de la construcción o por los nuevos destinos y modificaciones generadas en la obra.
Las instalaciones de todo tipo (eléctrica, termomecánica, sanitaria, contra incendios) se ejecutaron de manera coordinada con los tabiques y cielorrasos en los niveles destinados a habitaciones. Simultáneamente, se colocaron nuevas aberturas, necesarias para el confort que requiere un hotel 5 estrellas.
Cumplidas las tareas anteriores se realizaron las terminaciones en todo lo referente a pavimentos, revestimientos, pintura y marmolería, entre otras.
Las tareas de restauración implicaron reponer lo que había desaparecido y recuperar lo deteriorado (en algunos casos seriamente).
Estas tareas, que en principio se tienden a catalogar como sencillas, más allá del bagaje técnico y de la experiencia que requieren, implican la necesaria sensibilidad del técnico.
La solución a los problemas que se presentan no es resultado de la exclusiva aplicación de la tecnología. A los aportes de la ciencia se debe incorporar el aporte proveniente de la historia, la cultura y el arte para entender el contexto en el que se originó la obra y las transformaciones sufridas por el edificio a lo largo de su vida. Se procura generar una síntesis de conocimientos aplicables a la operación de restauración, teniendo en cuenta la singularidad del caso.
Por ello, distintas tareas tienen un seguimiento detallado, que implica necesariamente muchas horas sobre los andamios, probando y verificando alternativas.
No se aceptan las soluciones mágicas. Las intervenciones se registran y se vuelven a verificar. Simultáneamente, se consultan distintas fuentes: fotos antiguas (algunas redigitalizadas para apreciar mejor los detalles), planos antiguos encontrados en archivos, fotos de fiestas y hasta alguna película filmada en el edificio en la década del 90. Ante una duda o planteo, se buscaron soluciones de consenso, basadas en evidencias.
DIFUSION.
Es necesario difundir el patrimonio para que, primero se pueda conocer, y luego apreciar. Nadie aprecia lo que no conoce. Con ese objeto, la Comisión de Seguimiento consideró adecuada la realización de una muestra en el atrio del edificio sede de la Intendencia de Montevideo, donde se mostró al público montevideano el trabajo de recuperación de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
En dicha muestra, realizada entre julio y agosto de 2012, se expusieron objetos, imágenes y testimonios acerca de la historia del edificio y su recuperación.
Los paneles de fotografías de la obra actuaron como un reconocimiento a los trabajadores, sin cuyo conocimiento y habilidad en cada uno de los oficios involucrados hubiera sido imposible implementar una intervención como la realizada.
Como parte de la muestra se exhibió un audiovisual en el cual los trabajadores son los protagonistas, y ellos mismos explican su experiencia (el video puede verse en www.montevideo.gub.uy/mvdtv/mvd-gobierna/historia-de-un-renacimiento).
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