Es indudable el impacto económico que la crisis sin precedentes del coronavirus está generando en todo el mundo. Sin ir más lejos, recientemente el Banco Mundial recortó las proyecciones de crecimiento para Chile, señalando que éste caerá un 3,3% durante 2020 y el Fondo Monetario Internacional dice que será -4,5%. Un panorama poco auspicioso para todos los sectores productivos, sobre todo para nuestra industria, pero no imposible de superar con buenas políticas públicas, solidaridad y, por supuesto, compromiso y responsabilidad.

Hay que anticiparse y es ahí donde empleadores y trabajadores ya pueden comenzar a pactar nuevas formas de contrato. La Ley de Protección al Empleo protege los ingresos laborales, garantizando la remuneración de quienes, por ejemplo, deban permanecer en sus casas debido a la emergencia sin la posibilidad de realizar labores a distancia, haciendo uso del Fondo de Cesantía Solidario y manteniendo de esa manera la relación contractual.
Reducir las jornadas laborales, postergar el IVA de los próximos tres meses para empresas con ventas menores a 350 mil UF o aplazar el pago de las contribuciones de abril son sólo algunas de las herramientas que se han generado para aliviar la carga financiera de estos meses y lograr mayor liquidez, elemento fundamental sobre todo en el caso de las pymes que conforman la industria del turismo, porque ahora más que nunca, cuando no hay turistas viajando por Chile, requieren de mayores facilidades para pagar los gastos fijos y así extender las posibilidades de subsistencia de cara a la fase de reactivación.
Ante una crisis de esta magnitud todos tenemos que poner de nuestra parte. El Gobierno está realizando una inversión histórica que incluye un reajuste presupuestario para financiar el fondo que irá dirigido a las familias más vulnerables del país: US$ 2 mil millones para aquellos trabajadores informales que, se calcula, son cerca de 2,6 millones de personas.
El sector privado, por su parte, se comprometió, entre otras cosas, a que las 11 entidades de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras participarán del llamado que el Gobierno realizó para otorgar créditos con garantía estatal. Este dinero ayudará a las empresas, grandes y chicas, a obtener recursos y con ello liquidez para sobrellevar esta crisis. Una “Línea de Crédito Covid-19” que permitirá a los empleadores mantener sus operaciones vigentes y, en el caso de las pymes, acceder al beneficio con una tasa de interés cercana a 0%.
Una medida que sin duda ayudará a la industria del turismo, que está compuesta casi en un 90% por micro, pequeñas y medianas empresas. Ellas también podrán acceder a esta línea de crédito para contar con capital mientras dure la emergencia, el que podría ser hasta el equivalente a tres meses de ventas en período normal. Una herramienta que considerará para esto lo ganado entre octubre de 2018 y septiembre de 2019, beneficiando aún más al sector, porque hablamos de fechas anteriores a la crisis social.
Todos estamos trabajando para que el impacto sea el menor posible, para abarcar a todos los sectores productivos, priorizando siempre la salud y bienestar de los chilenos. La recesión mundial es casi indiscutible y vamos a ser arrastrados por las consecuencias que otros países sufran. Por eso, ahora más que nunca, hay que ser generosos, porque de esto sólo saldremos todos juntos.