A nivel mundial, Uruguay ocupa el puesto número 49° en el ranking 2018 de la Asociación Internacional de Congresos y Convenciones (ICCA), y Montevideo se ubica en el puesto 63° en el listado de ciudades a nivel mundial.

Ahora, el tranquilo y seguro país sudamericano busca afianzarse como un buen destino para recibir eventos de mayor envergadura, gracias a sus nuevos centros de convenciones.
“Estamos presentando a Montevideo y Punta del Este como grandes destinos para el turismo de reuniones. La infraestructura hace pocos años ha dado un giro y ahora tenemos dos centros de convenciones de gran tamaño. Antes podíamos ofrecer albergar eventos de hasta 3.000 personas y ahora podemos recibir hasta 10 mil personas en el caso del Antel Arena, en Montevideo. Eso nos da un diferencial para lo que era el destino anteriormente”, señaló Paola Bianchi, coordinadora de Turismo de Reuniones del Ministerio de Turismo de Uruguay.
El destino ha generado varias políticas para atraer una mayor cantidad de eventos de este tipo, entre las que se encuentra una exención de impuestos adicional. “Los participantes llegan como un turista más, así que tienen los mismos beneficios tributarios que ellos, pero también el evento en sí mismo tiene la exoneración del IVA. Entonces, todo lo que es la organización, la sala y los servicios conexos a la sala tienen también esta facilidad. Los eventos de más de 50 personas a nivel regional o internacional ya cuentan con ese beneficio, cuando son declarados de interés turístico”, expresó la coordinadora.
En Uruguay se registraron 494 eventos el año pasado, incluyendo a los congresos, ferias, exposiciones, festivales gastronómicos, entre otros, y es considerado como el segundo destino más seguro para turismo de reuniones en la región.
Respecto a conceptos emergentes como el “bleisure” (que es la combinación entre ocio y negocio), Bianchi explicó: “Estamos en el proceso de desarrollarlo, empezando a dar un giro en lo que era el turismo de reuniones en Uruguay, comenzando a trabajar los viajes de incentivo. Para eso necesitamos formar un buen equipo de trabajo, no solamente a nivel Ministerio, sino de prestadores privados, los hoteles y las agencias de viajes que se quieren especializar en este sector, y empezar a trabajar también el turismo de lujo. La idea es lanzarnos con un producto de calidad”.