Bitácora. En el calendario se marca el 3 de marzo. Todos tenemos la sensación de que “llegó marzo”, regreso de las vacaciones para muchos, inicio de clases en colegios y universidades para otros. Ya ese escenario se sentía un poco abrumador. Por otro lado, junto a las empresas socias de la Asociación Chilena de Empresas de Turismo (Achet) nos encontrábamos en la puesta a punto en la información tributaria; “tomábamos clases para el examen ante el SII del mes de marzo”. Y, por otro lado, las empresas se encontraban pensando en cómo reactivar sus ventas que ya estaban caídas a raíz de la crisis social de octubre.
Tiempos de crisis, tiempos para trabajar juntos
Como en una película de ciencia ficción, ese 3 de marzo el mundo comenzó a detenerse. Al menos para Chile ese día en el calendario quedará en nuestra historia. Por primera vez se oyó fuerte: “A eso de las 16.30 hs. del martes 3 de marzo se confirmó el primer caso positivo y comprobado de coronavirus en Chile”.
Eso fue antes y ya se siente lejano. Parece que estamos viviendo cada día una escena distinta o un capítulo nuevo de un libro que nunca hubiéramos querido que se escribiera. Aún no hay después. Sólo está el hoy. Y como ante la lectura de un buen libro, estamos deseando que tenga un buen final.
A partir de ese día, como Asociación nos volcamos, junto a otros gremios del sector –entre ellos Fedetur, Achiga, Hoteleros y Chilesertur– a ser una plataforma de información y gestión ante el Gobierno. Literalmente 24/7. Cada uno desde su representación de base, pero todos unidos, porque la industria del turismo es una cadena compuesta por valiosos eslabones hechos por personas, emprendedores, empresarios, innovadores y soñadores. Este sector son miles de empresas, más de 300 mil trabajadores directos, y otros miles indirectos, que con su trabajo son el motor de desarrollo social, cultural y económico de ciudades, pueblos y países completos.
Como si nos hubieran puesto un chip en el brazo, de la noche a la mañana nos transformamos en “nativos digitales”. Agencias de viajes, turoperadores receptivos y emisivos (socios de Achet), todos decidimos ordenarnos utilizando un nuevo elemento de trabajo asociativo a través de tres grupos en WhatsApp, instancias que fueron creadas con finalidades y normas muy claras: estar informados y apoyándonos entre las mismas empresas para resolver y dar respuesta a cada uno de los pasajeros que tuvo el respaldo de su agente de viajes u operador para regresar a Chile, o salir hacia su país de origen. Ha sido un tremendo trabajo y de un valor asociativo que cada día es agradecido y valorado.
Es también relevante señalar que esta misma acción (mantener un canal de información) se instaló con la Subsecretaría de Turismo y Sernatur, generando un puente y “línea directa” que, a más de un mes de aquel 3 de marzo, se ha ido fortaleciendo y mejorando. Es bueno agradecer esta posibilidad de trabajo coordinado con la autoridad.
No hay que olvidar que ha pasado poco más de un mes y seguimos en plena crisis, tratando de asimilar todas las medidas económicas, laborales y fiscales que han debido ser creadas para que el barco llamado Chile siga a flote. El costo de este capítulo nuevo en la historia del mundo nadie lo sabe aún. Sin embargo, estoy segura de que desde Achet, y desde cada gremio, estamos trabajando con fuerza junto a las autoridades para que cada empresa que confía en nosotros tenga la posibilidad de seguir aportando al desarrollo de Chile.