En un año marcado por el fin de las restricciones sanitarias de ingreso al país, en sintonía con el fin del Covid-19 como emergencia sanitaria según lo determinó la Organización Mundial de Salud (OMS), se instaló la sensación de que, a pesar del avance hacia la recuperación económica, la tarea pendiente para 2024 es mayor de la que se esperaba.
Fedetur: el diagnóstico que pone en duda la recuperación del turismo para 2024
La Federación de Empresas de Turismo de Chile estima que se requieren medidas extraordinarias para que la industria logre competitividad en 2024.
Si bien en el sector turismo existen proyecciones que señalan a 2024 como el plazo definitivo para alcanzar la recuperación, las primeras proyecciones de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur) indican que al final del próximo año las cifras seguirían siendo negativas: 4.395.000 de turistas extranjeros, equivalente a -2,7% con relación a 2019.
Sobre el cierre del año 2023, en tanto, los números revelan una realidad donde la perspectiva se ve todavía más lejos: -21,1% el turismo receptivo con relación a los registros de 2019.
A cuatro semanas del cierre anual, para Fedetur estas cifras son ya irremontables. La proyección final del organismo es de 3.564.000 pasajeros; 954 mil menos que en 2019.
“Estos números nos muestran lo complejo que ha sido para el turismo reactivarse, y eso se lo hemos señalado en reiteradas ocasiones al gobierno y parlamentarios, a quienes les hemos planteado la urgente necesidad de que se establezca un plan especial de apoyo al sector, principalmente para recuperar la competitividad como destino y volver a atraer un mayor número de turistas extranjeros, que es donde tenemos el mayor rezago”, explicó Helen Kouyoumdjian, presidenta ejecutiva de Fedetur.
Con este diagnóstico en mano, para los gremios del turismo se vuelve determinante que la temporada de verano deje números azules que permitan iniciar en buen pie el año. A la fecha, Fedetur reportó que existe -21% de rezago en las pernoctaciones en alojamientos turísticos, lo que se traduce en 55 mil plazas menos en la oferta global.
Al combinar hotelería con otros segmentos vinculados al sector turismo, el catastro de la agrupación gremial estima una pérdida de 52 mil empleos como consecuencia de la pandemia, los cuales a la fecha no se han podido recuperar.
“Se requiere un plan integral con una mirada de corto, mediano y largo plazo, donde la promoción internacional es clave para recuperar el terreno que hemos perdido en relación con mercados de la región que son competencia directa, como es el caso de Argentina, Brasil y Uruguay, que se han logrado recuperar más rápido porque abrieron antes sus fronteras durante la pandemia y porque invierten mayores recursos que Chile en promoción”, señaló Helen Kouyoumdjian.
Situación regional
El diagnóstico de Fedetur, tal como lo argumentó su presidenta ejecutiva, se fundamenta en gráficos y números donde Chile mira desde atrás a países vecinos en cuanto al turismo receptivo, haciendo aún más patente el retraso en la recuperación.
Colombia, por ejemplo, entre enero y septiembre sobrepasó en un 23% los números del mismo periodo de 2019, liderando la tabla a nivel sudamericano. Uruguay destacó también como una nación que concretó la reactivación de su mercado, documentando un 17% (2.769.734) más de llegadas desde el extranjero. Argentina y Brasil marcaron cifras de -2% y -9% menos entre enero y septiembre, quedando cerca de rebasar la línea de 2019 en los balances finales de año.
Chile, sin embargo, se posicionó en el 5 puesto a nivel regional con - 25% (2.612.448) hasta septiembre, por delante de Ecuador -38% (1.060.535) y Perú -46% (1.793.961). Es importante consignar que, gracias a un octubre marcado por el desarrollo de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, el mercado chileno logró dar un paso en términos de acortar la brecha.
De 255.732 llegadas en septiembre avanzó a 306.142, lo que destaca especialmente si se considera que octubre no es un mes de temporada alta como enero y febrero, donde hubo 477.512 y 315.802 turistas extranjeros, respectivamente.
Divisas
Al mirar con detalle la evolución del ingreso de divisas provenientes del turismo receptivo, las perspectivas de Fedetur muestran que se trata de un ítem donde existe un retraso que incluso se remonta a 2018.
Aquel año el turismo receptivo dejó un saldo de US$ 3.785 millones, el cual se estrechó a US$ 2.946 millones al año siguiente y previo a la pandemia, lo que coincidió con el Estallido Social de octubre.
Durante el presente año el balance final alcanzaría los US$ 2.599 millones; -14% respecto a 2019 cuando hubo ingresos de divisas por US$ 2.946 millones. Para 2024 la tendencia continuaría incrementando, lo que irá acompañado de un gasto total individual por turista (GTI) que crecerá de US$ 609 (9%) hasta US$ 635.
Argentina y Brasil son los países que mayor cantidad de turismo emisivo aportaron, con 984.568 y 399.270 viajeros que llegaron a Chile con fines turísticos, respectivamente. Ambos países, eso sí, tienen registros negativos al comparar con 2019: -20,6% Argentina y -16,1% Brasil.
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