2024 cerró para Europa con un motivo para festejar: la principal región receptiva del mundo registró 747 millones de llegadas internacionales, superando −al fin− los niveles de 2019 (por apenas 1%) y sobrepasando por un 5% a los de 2023.
Europa: el laberinto de la recuperación del turismo de larga distancia
Europa superó el número de visitantes de la prepandemia, pero la recuperación de los mercados de larga distancia continúa por debajo. ¿Qué esperar para 2025?

Las tensiones geopolíticas, sumadas al agravamiento de ciertos problemas de competitividad, pronostican otro año desafiante para el turismo de larga distancia hacia Europa.

Europa, la principal región receptiva del mundo, registró 747 millones de llegadas internacionales, superando −al fin− los niveles de 2019 (por apenas 1%).

Según la Comisión Europea de Turismo (ETC), en un momento en que los presupuestos de muchos hogares se ven reducidos, la aplicación de una tasa turística puede provocar un aumento de la demanda de destinos que se perciben como los que ofrecen la mejor relación calidad-precio.
De todos modos, el protagonismo de la demanda intrarregional contrastó con el sabor agridulce que sigue dejando la lenta y trabajosa recuperación de los mercados de larga distancia.
La vuelta del “long-haul”
Para Europa es crucial impulsar la demanda de viajes de larga distancia para apoyar y sostener la recuperación, ya que los visitantes que vienen de más lejos tienden a gastar más dinero y realizan estadías más prolongadas.
Sin embargo, las tensiones geopolíticas, sumadas al agravamiento de ciertos problemas de competitividad, pronostican otro año desafiante, donde las empresas que participan de la cadena de valor deberán aplicar sintonía fina para conectar con las condiciones imperantes en los mercados internacionales.
Esperando a China
Desde 2022, en cada víspera de temporada alta, Europa se sienta en sus fronteras a esperar el aluvión de turistas transcontinentales. Pero −como si emulara la famosa obra de Samuel Beckett, “Esperando a Godot”− recibe en cambio un mensajero en forma de estadística que le avisa que el esperado visitante no llegará, aunque se anuncia que lo hará mañana.
Aunque obviamente el paralelismo es una exageración adrede, lo cierto es que los viajes de larga distancia a Europa siguen rezagados, y se estima que en 2024 se mantuvieron un 5% por debajo de 2019.
La “Godot” de esta obra sí es conocida y se llama China. La lenta recuperación de Asia/Pacífico es el lastre para las estadísticas. La demanda de este mercado clave se ha desplazado hacia los viajes regionales, recortando los de larga distancia. Algo que impactó de lleno al receptivo europeo y se vio reforzado por la conectividad limitada y los requisitos de visado.
Conclusión, en promedio, las llegadas desde China a destinos en el Viejo Continente están un 39,5% por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Semejante impacto fue parcialmente amortiguado por el gran desempeño de los vuelos transatlánticos desde Estados Unidos, que ayudaron a mantener el impulso de la reactivación durante la pandemia.
De todos modos, funcionarios y empresarios siguen en vilo frente al aumento de la incertidumbre generada por las medidas que está tomando la flamante gestión del presidente Donald Trump. Temen que la política arancelaria derive en riesgos inflacionarios en el gigante del Norte, golpeando en cadena al ingreso disponible por los estadounidenses para viajes internacionales.
Cautela 2025 para la larga distancia
“De cara a 2025, el turismo europeo seguirá atravesando un panorama cada vez más complejo ante una mayor incertidumbre geopolítica y económica”, comentó Miguel Sanz, presidente de la Comisión Europea de Turismo (ETC, por sus siglas en inglés), quien añadió: “A pesar de desafíos como el aumento de los costes de los viajes y los cambios en las preferencias de los consumidores, el sector turístico europeo ha demostrado una notable resiliencia. Al mismo tiempo, estamos siendo testigos de tendencias positivas, como un enfoque creciente en los viajes fuera de temporada, lo que ayuda a distribuir la demanda de una manera más uniforme. De cara al futuro, mantener ese impulso requerirá de inversiones estratégicas en ofertas diversificadas para garantizar un rendimiento y una competitividad continuos”.
Una declaración que deja mucho para analizar, pero empecemos por las expectativas.
De acuerdo con el último Barómetro de Viajes de Larga Distancia, publicado en enero por ETC, está claro que el sentimiento de los turistas long haul se ha debilitado de cara a 2025.
El informe muestra que el 63% de los encuestados en los principales mercados extranjeros para Europa (Australia, Brasil, Canadá, China, Japón, Corea del Sur y Estados Unidos) tienen la intención de viajar a largas distancias este año. Entre ellos, el 44% planea visitar el Viejo Continente, lo cual sigue indicando una sólida posición del destino a pesar de los desafíos actuales.
La mitad del vaso vacío es que hace un año esa cifra era del 49%, con un sentimiento más débil en Corea del Sur, Estados Unidos, Brasil y Australia. Curiosamente, hay una mejoría de las perspectivas para el mercado de China.
Este año manda la billetera
La asequibilidad del destino sigue siendo el obstáculo más importante para los viajes internacionales, al menos es lo que plantean el 46% de los encuestados en el informe de ETC que no planean un viaje a Europa.
“Los resultados ponen de relieve los desafíos actuales que supone mantener la competitividad de Europa como destino global en un mercado cada vez más saturado”, analizó Miguel Sanz, quien completó: “Para seguir siendo una opción de primer nivel para los turistas internacionales, Europa debe centrarse en gestionar su marca de forma estratégica. Al seguir las tendencias de los consumidores, promover opciones más competitivas fuera de temporada y de las rutas habituales, y mejorar la conectividad sostenible, la región puede ofrecer experiencias más ricas y gratificantes para los visitantes”.
Efectivamente, los consumidores están optando cada vez más por destinos con mejor relación calidad-precio y por estancias más cortas. Y no es casual, ya que esto está directamente relacionado con los mayores costos de viajar causados por la elevada inflación de los servicios.
Las decisiones de los viajeros preocupados por los costes van desde cambiar a un destino más barato o seguir con la elección original pero con una estancia más corta. Recordemos que una estadía más larga tiende a proporcionar un mayor gasto e impacto económico.
Un ejemplo de este comportamiento son los datos sobre la duración media de las estancias hasta noviembre de 2024. Los turistas que visitan los Países Bajos pasan allí más tiempo que antes de la pandemia (un 15,2% más). Existe un notable contraste en la duración media de la estancia entre los vecinos Portugal y España en relación con 2019, con Portugal a la zaga. Esto podría estar relacionado con los costes, ya que Portugal registró un aumento más rápido de los precios del sector servicios en 2024 (4,5%) que España (3,7%).
En esa línea, la entidad advirtió que la creciente adopción de tasas turísticas en destinos populares también puede influir en la modificación de los hábitos de los visitantes, especialmente entre los más sensibles a las variaciones de precios.
El lado B de las tasas turísticas
Según la Comisión Europea de Turismo (ETC), en un momento en que los presupuestos de muchos hogares se ven reducidos, la aplicación de una tasa turística puede inclinar la balanza para algunos destinos y provocar un aumento de la demanda de destinos que se perciben como los que ofrecen la mejor relación calidad-precio.
Los resultados de la encuesta de la entidad muestran que las tasas turísticas podrían ser un obstáculo financiero para viajar, ya que el 41% de los viajeros se oponen a que los destinos cobren una tasa para ayudar a combatir el turismo excesivo y proporcionar fondos adicionales para mejorar las infraestructuras turísticas. La resistencia a las tasas turísticas es mayor entre quienes se perciben a sí mismos como económicamente más desfavorecidos que hace un año, con un 50% en contra.
Este dato pone de relieve la sensibilidad del comportamiento de los consumidores ante el aumento de los costes de los viajes y −según ETC− refuerza la necesidad de que las marcas de viajes promuevan tanto la calidad como el valor de sus ofertas.
Los clásicos de Europa resisten
Pese a todas las advertencias desplegadas hasta ahora, el estudio de ETC concluye que las atracciones emblemáticas de Europa seguirán siendo un gran imán para los viajeros internacionales en 2025.
Con lo cual, volveremos a ver aglomeraciones, especialmente durante las temporadas altas. Por eso, es necesaria una mejor gestión del flujo de los viajes en toda Europa para aliviar la congestión y, al mismo tiempo, impulsar económicamente los destinos alternativos.
También se puede aprovechar la flexibilidad que muestran los viajeros de larga distancia frente a tales situaciones. Según ETC, casi un tercio de los encuestados ajustaría sus planes para visitar los atractivos en horarios más tranquilos y otro 25% estaría dispuesto a explorar zonas menos concurridas dentro del destino. Mientras que el 28% está dispuesto a tolerar largas colas para visitar los lugares emblemáticos. Apenas un 5% consideraría cambiar por completo de destino para evitar las congestiones.
Las ventajas de apuntar al segmento joven
En comparación con otros grupos de edad, los viajeros más jóvenes (menores de 35 años) son menos taxativos en cuanto a su época preferida para viajar a Europa. Casi el mismo porcentaje de los encuestados prefiere viajar en los meses de temporada baja (52%) y en los de mayor afluencia (48%).
Además, los encuestados de este segmento expresan un interés ligeramente mayor por los destinos más populares que los adultos de más de 50 años. Su experiencia relativamente limitada en viajes y su deseo de visitar lugares emblemáticos y pintorescos de Europa pueden explicar esta tendencia.
Por otra parte, a pesar de estar muy familiarizados con la tecnología y de tener acceso a una amplia gama de canales de información, los encuestados menores de 34 años se inclinan mucho más que los de más edad (47% frente a 35%) a comprar paquetes con todo incluido a turoperadores o agencias de viajes, por ejemplo, que incluyen vuelos, alojamiento, excursiones, entradas, entre otros servicios.
Esta preferencia podría deberse al deseo de un precio inicial más claro, al ahorro potencial que ofrecen los paquetes, a la comodidad de tener todos los preparativos listos de antemano o, simplemente, a la falta de experiencia en viajes que hace que se prefiera una planificación sin complicaciones.
Los viajes multidestino, los más deseado
A pesar de los desafíos de asequibilidad, los turistas muestran una preferencia creciente por los viajes multidestino. El informe de ETC muestra que el 94% de los encuestados que planean visitar Europa en los primeros cuatro meses de 2025 tienen la intención de explorar más de un país. En promedio, los viajeros de larga distancia buscan visitar 3,4 países en su itinerario.
La mayoría de los encuestados prefiere los viajes a Europa con paquete completo, y los que viajan por primera vez muestran una preferencia mucho mayor (59%) que los que repiten (41%).
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