La doble crisis infligida por Rusia que enfurece al turismo
Consecuencias en turismo de la crisis en Ucrania
La habitualmente moderada Organización Mundial del Turismo (OMT) no pudo ocultar esta vez la furia frente a las implicancias del desajuste geopolítico en ciernes y dio luz verde al pedido de varios miembros para que se trate la suspensión de Rusia. Una medida inédita en la historia de la entidad. “Los Miembros que vayan en contra de nuestros objetivos habrán de atenerse a las consecuencias”, advirtió el secretario general de OMT, Zurab Pololikashvili, en la reunión de urgencia celebrada esta semana.
La Secretaría Ejecutiva de la Organización está preparando un informe acerca de las repercusiones del conflicto en Ucrania. “Aunque es demasiado pronto para evaluar las consecuencias para el turismo, la ofensiva militar añade un claro riesgo para la reactivación del turismo nacional, regional y global, con efectos colaterales para la recuperación económica en general”, señaló en su informe la entidad, que adelantó: “La situación podría demorar la reanudación todavía débil y desigual del turismo, justo cuando un número creciente de destinos han estado reduciendo las restricciones de viaje y abriéndose a los viajes internacionales".
El impacto directo en el sector de los misiles en Ucrania
La consecuencia más directa es obviamente el cierre del espacio aéreo ucraniano y ruso, así como la prohibición de vuelos de compañías rusas impuesta por la mayoría de los países europeos, tienen consecuencias para los viajes y la movilidad, más allá de la propia región.
Los viajes dentro de Europa se verán afectados por la alteración del mercado emisor ruso (el 6º más importante a nivel global hasta el año previo a la pandemia), pero también los destinos de otras regiones, especialmente aquellos destinos insulares que dependen fuertemente del turismo.
Esto último implica una carga adicional, especialmente para aquellas economías que dependen de los beneficios económicos y sociales muy necesarios que el turismo puede aportar.
El golpe a la economía general y turística
El conflicto podría también añadir una elevada presión a un entorno económico que ya está en dificultades y termina pesando en la demanda de viajes en 2022. En su informe interno OMT advirtió que el reciente ascenso de los precios del petróleo (el barril de Brent sobrepasó los US$ 100 en los últimos días), así como la creciente inflación derivada de la subida general de los precios de la energía, el posible aumento de los tipos de interés y su impacto negativo en el poder adquisitivo, así como la disrupción de las cadenas de suministro, son motivo de especial preocupación.
“Todo ello podría traducirse en el alza de los precios del transporte y el alojamiento, generar falta de oferta y poner en peligro la demanda de los consumidores y los planes de inversión”, concluyó la entidad.
La crisis de confianza, el impacto “invisible” al turismo
El conflicto también tendrá un impacto en la confianza de los viajeros, temerosos de quedar varados o verse directamente afectados por el conflicto, especialmente en los mercados emisores con más aversión al riesgo.
La entidad lamentó que esto ocurra justo cuando los mercados emisores claves de los Estados Unidos y Asia están empezando a abrirse. Ambos son muy sensibles a las crisis de confianza y por su magnitud una nueva retracción puede afectar a los viajes en general y en particular a los que son hacia Europa.
“Se trata de una gran crisis regional de consecuencias potencialmente desastrosas para todo el mundo. Las decisiones que se adopten en un futuro próximo repercutirán en el orden y la gobernanza mundiales, y afectarán directamente a la vida de millones de personas”, señaló OMT antes de dar luz verde a la convocatoria de una Asamblea para evaluar la suspensión de Rusia como miembro.
La próxima reunión del Comité Mundial de Crisis para el Turismo de OMT tendrá lugar el 15 de marzo y en ella se hablará de las consecuencias de esta doble crisis y se propondrá una hoja de ruta y un camino a seguir para los próximos meses.