La aerolínea irlandesa Ryanair ha abierto un nuevo frente contra el Ejecutivo del Reino Unido al responsabilizarlo directamente de los retrasos masivos que afectan a sus vuelos en el país. Según datos aportados por la compañía, más de 5.800 vuelos se han visto demorados en las últimas semanas debido a los fallos en la gestión del proveedor nacional de navegación aérea, NATS (National Air Traffic Services).
Ryanair insta a sus clientes británicos a que se quejen al Gobierno por los retrasos
La low-cost cree que el gobierno británico es el responsable de los retrasos de sus vuelos, por lo que ha filtrado un mail institucional para que haya quejas.
Michael O'Leary, CEO de Ryanair Holdings.
El enfrentamiento ha dado un paso inusual: la aerolínea ha filtrado la dirección de correo electrónico de la secretaria de Estado de Transportes, Heidi Alexander, e invita a sus clientes a remitir quejas de manera directa. Además, ha habilitado la web El control aéreo ha arruinado mi viaje, desde donde anima a los pasajeros a presionar al Gobierno para que actúe con urgencia.
Ryanair acusa al gobierno británico de "cronificar" los retrasos
Ryanair sostiene que el origen del problema radica en la “falta crónica de personal” y en una gestión “deficiente”, que se traduce en alteraciones operativas de gran escala. El propio consejero delegado, Michael O’Leary, ha señalado que la situación no es aislada, sino recurrente, y la ha vinculado a fallos estructurales que también se repiten en países como Francia, Alemania, España o Grecia. (Ryanair amplía el tamaño de su equipaje de mano gratuito)
El impacto en los viajeros está siendo significativo. La aerolínea estima que más de un millón de pasajeros han sufrido incidencias, especialmente en aeropuertos clave como Heathrow, Gatwick, Stansted o Luton. Los retrasos se suman a cancelaciones con escaso margen de aviso, generando tensiones adicionales en un mercado ya afectado por paros laborales en el handling de varios aeródromos españoles.
Ryanair exige la intervención de la Unión Europea
La presión ejercida por Ryanair no se limita al Gobierno británico. La compañía pide también a la Comisión Europea que supervise de cerca el funcionamiento de NATS y de otros proveedores nacionales, argumentando que el nivel de eficiencia en Reino Unido se encuentra por debajo de la media europea a pesar de gestionar un número de vuelos menor que otros países. Todo ello, pese a que el Reino Unido no forma parte de la Unión Europea, aunque sí participa en la unión de gestión aérea europea. (Ryanair pide a la Unión Europea proteger los sobrevuelos ante huelgas de controladores en Serbia)
“Es inaceptable que millones de pasajeros sigan pagando las consecuencias de una mala gestión que se prolonga mes tras mes”, ha afirmado O’Leary, en declaraciones al periódico "The Times".



