Un incendio forestal de gran magnitud a las afueras de Marsella, el segundo destino más visitado en Francia tras París, ha activado todas las alertas en pleno periodo vacacional. Las llamas, que ya han arrasado más de 700 hectáreas de terreno, han provocado evacuaciones, afectado seriamente la conectividad aérea y terrestre, y están alterando los vuelos, la percepción internacional sobre la seguridad y la estabilidad del destino, clave para la economía de la región.
Vuelos: en riesgo 45.000 plazas aéreas por el gran incendio de Marsella
Según Mabrian, se han cancelado 282 vuelos en el aeropuerto de Marsella (Francia) lo que ha disminuido un 36% la percepción de los viajeros sobre el clima.
Repercusiones turísticas del incendio de Marsella, según Mabrian.
Según datos de la plataforma de inteligencia turística Mabrian, el impacto de este desastre natural va más allá del plano medioambiental: compromete infraestructuras estratégicas y amenaza con desestabilizar uno de los principales motores económicos del sur de Francia.
Más de 280 vuelos cancelados
Las consecuencias se han hecho notar con especial intensidad en el Aeropuerto de Marsella-Provenza, uno de los cinco con mayor tráfico de pasajeros en el país. Durante el martes, todos los vuelos con salida y llegada al aeródromo fueron suspendidos de forma temporal, afectando potencialmente hasta 45.000 plazas aéreas y 282 vuelos entre el 8 y el 9 de julio, según estimaciones de Mabrian.
“En un destino que cada año recibe más de 30 millones de visitantes, el cierre de un aeropuerto como el de Marsella supone un grave contratiempo logístico y reputacional”, advierte Carlos Cendra, portavoz de la firma de análisis. A este episodio se suma la interrupción parcial de las conexiones ferroviarias y cortes en las principales autopistas del sur del país, lo que ha complicado aún más la movilidad de residentes y turistas en el país más visitado del mundo. (Mabrian: estos son los destinos que más demanda turística tendrán en 2025)
Clima y seguridad: percepción turística en caída, según Mabrian
Más allá del impacto operativo, la situación ha repercutido en dos indicadores clave que condicionan las decisiones de los viajeros: la percepción sobre el clima y la seguridad. Mabrian señala que ambos índices, monitorizados mediante el análisis de millones de interacciones digitales, han sufrido caídas significativas.
El Índice de Percepción Climática (PCI), que evalúa la experiencia de los visitantes en relación con las condiciones meteorológicas, ha descendido un 36,4% interanual, situándose esta semana en 61,6 puntos sobre 100. Esta bajada refleja no solo el efecto del incendio, sino también una creciente preocupación entre los turistas por fenómenos extremos en destinos tradicionalmente asociados al buen tiempo.
Por su parte, el Índice de Percepción de Seguridad (PSI) ha registrado un descenso de más de 17 puntos desde el 1 de julio, hasta los 77,1 puntos sobre 100, lo que representa una caída interanual del 5,1%. Esta reducción se considera particularmente significativa en un contexto de alta sensibilidad ante riesgos naturales, que pueden alterar las decisiones de última hora en los desplazamientos estivales. (Grecia ya no es solo Atenas y Santorini: Mabrian desvela sus destinos en auge)
¿Turbulencias en plena temporada alta en Francia?
El incendio se produce en un momento crítico para el turismo francés. Marsella y su entorno, incluyendo enclaves como Aix-en-Provence, Cassis o el Parque Nacional de Calanques, son tradicionalmente algunos de los destinos más visitados del país durante el verano, tanto por turistas nacionales como internacionales. Su atractivo combina patrimonio, naturaleza y litoral, lo que incrementa la afluencia en los meses de julio y agosto.
Las autoridades locales han activado todos los recursos disponibles para controlar el fuego, con apoyo aéreo y terrestre. Más de un centenar de personas han resultado heridas, aunque hasta el momento no se han reportado víctimas mortales. La evacuación preventiva de varias zonas residenciales y turísticas ha evitado daños mayores, aunque los efectos sobre la imagen del destino pueden perdurar más allá del control del incendio.



