Con España e Italia a la cabeza de sus solicitudes, los chilenos están volviendo a viajar a Europa. Así por lo menos lo señalan varios turoperadores locales, quienes luego de dos años muy complicados aseguran que, a partir de marzo de este año, las demandas por viajar al exterior se han incrementado considerablemente.
Un crecimiento sorpresivo que se da en un contexto bastante particular en Sudamérica, porque si bien es Chile es uno de los países que posee mayores índices de vacunación mundial (89,78% de personas completamente vacunadas) es también uno de los que mantiene requisitos de ingresos más estrictos, lo que ha reconfigurado de alguna manera la conducta del viajero chileno que va al exterior.
Helen Kouyoumdjian, vicepresidenta ejecutiva de la Federación de Turismo de Chile (Fedetur), señaló al respecto que “el turismo emisivo también ha estado muy afectado por las restricciones sanitarias. Durante este verano, periodo donde el emisivo es muy fuerte, tuvimos el elemento de la variante ómicron, que así como afectó la llegada de turistas al país también afectó la salida del chileno al extranjero”, indicó.
Sin embargo, luego de este periodo estival marcado por un fuerte turismo interno –con más de 10 millones de viajes, superando los niveles pre-pandemia–, los turoperadores locales coinciden en que los últimos dos meses el turismo emisivo chileno ha alcanzado una buena recuperación.
Emisivo chileno hacia Europa
En cuanto a los chilenos que viajan al exterior, la percepción en general se ha tornado más alentadora dentro del rubro turístico, aunque todavía no logra una recuperación total. Según Lorena Arriagada, secretaria general de la Asociación Chilena de Empresas de Turismo (Achet), hay aspectos que todavía afectan, como la conectividad aérea y la alta inflación que vive el país, que es de 10,5% en los últimos 12 meses, la más alta en casi 30 años.
“Chile tiene la necesidad de recuperar la conectividad aérea perdida. Las líneas aéreas que dejaron de operar en Chile, además de las frecuencias que se eliminaron por parte de las compañías que permanecieron, deben recuperarse con urgencia. Las aerolíneas no sólo deben llegar con pasajeros. Deben salir de Chile con viajeros de negocios y vacacionales”, indicó la representante gremial.
Según cifras de IATA Chile, hay una disminución de 13,7% en las rutas internacionales en el país respecto a 2019. Previo a los cierres por pandemia, había 56 rutas internacionales, las que actualmente son 44. Las frecuencias también disminuyeron un 37,3%, pasando de 2.305 en marzo de 2020 a 1.872 en marzo de 2022.
Pero, a pesar de las dificultades, Arriagada reconoce que la situación del emisivo ha mejorado, principalmente empujada por las ansias de viajar luego de dos años de restricciones.
“Si miramos la situación comparada con mayo del 2020, es evidente que el turismo emisivo ha tenido una curva de recuperación sustancialmente mejor que el receptivo, aunque no significa que estemos en cifras pre-pandemia. Las personas no viajaron en 2020 y muy poco en 2021, por lo cual existe actualmente un interés particular por retomar la actividad de viajes y turismo”, dijo.
Para Helen Kouyoumdian, de Fedetur, un aspecto que ha hecho aumentar el emisivo en los últimos meses es la flexibilización de algunas medidas para quienes regresan a Chile luego de un viaje al extranjero.
“Algo positivo para el emisivo tiene que ver con el retorno de los chilenos cuando salen. Dentro de las medidas que se flexibilizaron, ya no hay exigencias de un PCR al embarcar de regreso a Chile. Eso era algo bastante engorroso, porque como ya en la mayoría de los países los PCR no se están haciendo, era difícil encontrar un laboratorio y además tenían un costo muy alto”, declaró.
Lorena Arriagada a su vez rescata que el alto porcentaje de vacunación de la población del país es un incentivo para poder tomar unas vacaciones afuera con tranquilidad.
Aumento en la demanda
Diferentes turoperadores emisivos concuerdan en que el nivel de demanda por viajes al extranjero ha aumentado en lo que va del 2022.
En cuanto a Europa, la tendencia no ha sido la excepción, y las empresas indican que también ha habido un aumento considerable en la demanda.
Francisco Javier Gamio, gerente general de Tempo Reps, GSA de NCLH Chile, señaló: “Este último tiempo y a pesar de la guerra Rusia-Ucrania, el interés de los chilenos por viajar a Europa se ha mantenido intacto, privilegiando ciudades como Madrid, Barcelona, Roma, Atenas y Venecia, siendo la primera la favorita de los chilenos. Destinos cercanos al mar Báltico son aquellos que más se han visto afectados producto de la guerra, pero creemos que el interés por viajar a Europa se mantendrá al alza, privilegiando las ciudades anteriores y aquellas más tradicionales”.
El mismo diagnóstico comparte Leonardo Cancino, socio gerente del turoperador Mediterráneo, especializado en viajes al Viejo Continente.
“Hay mucho más interés en viajar a Europa, el que se ha notado tanto en cotizaciones como en negocios cerrados. Se han incrementado los viajes cada vez más, debido a que son menos las restricciones por Covid-19 que están aplicando los países europeos y, además, han aumentado la cantidad de vuelos de las compañías aéreas. También vemos diariamente una gran demanda de trenes y eso facilita tanto el desplazamiento para los pasajeros con mayor seguridad y ahorro de tiempo”, declaró.
Según las estadísticas del turoperador Mediterráneo, los destinos que se están prefiriendo son España, Italia, Francia, Reino Unido, Croacia, Grecia y Turquía.
Comportamiento del viajero chileno
Un aspecto que llama la atención es el cambio en ciertas conductas en el viajero nacional al extranjero, sobre todo a Europa, luego de dos años de circunstancias internas y externas que han modificado el panorama durante los últimos dos años.
Luany Armijo, jefa de Ventas de Europa y Medio Oriente del turoperador Expan, indicó que una de las cosas que le llama la atención respecto al interés por viajar al Viejo Continente, es que ahora hay consultas para viajes con muy poca antelación, algo que antes no ocurría.
“En particular el mes de abril fue de muchos viajeros, y en mayo se ve la misma tendencia. Y no es como antes, que preparaban su viaje con mucha anticipación, sino que agendan viajes dentro de una misma semana para cuatro días más. Tampoco son viajes largos de 15 días, sino que son viajes de 7 a 8 días”, indicó.
También señaló que están apareciendo nuevos destinos cruzando el Atlántico y que, aunque los más solicitados siguen siendo por lejos España e Italia, ha habido un creciente interés por destinos como Alemania y Suiza, además de Grecia, y Turquía y Tierra Santa fuera de los circuitos europeos.
“Hay un mix de solicitudes, porque también muchos están viajando por negocios, con interés en programas de operadores europeos, a pesar de que en la actualidad no hay muchos. El adulto mayor normalmente toma un circuito. Las familias, luego de dos años sin viajar, también están pidiendo programas específicos. Hay una ruta, Londres-Edimburgo-París, por ejemplo, que se está vendiendo mucho”, declaró Armijo.
La jefa de ventas indicó además que, sorprendentemente, se nota un alto nivel de gasto en el viajero chileno, a pesar de las condiciones económicas globales y particulares.
“Llama mucho la atención que están viajando a hoteles muy buenos, y van con un presupuesto alto. Eso considerando que los pasajes a Europa están muy caros, a unos US$ 1.600, pero es un fenómeno que se está dando muy fuerte. Los deseos de viajar le están ganando a la guerra, a la incertidumbre política, al tipo de cambio y a la inflación”, señaló.
El estado de los turoperadores
Desde el punto de vista de las empresas, luego de dos años difíciles para el mercado la mayoría de los turoperadores emisivos chilenos están recuperándose, indican desde Achet.
Las quiebras más significativas en el país fueron la de los operadores Euroandino e ISTE, ambas empresas desaparecidas que fueron denunciadas de estafa y apropiación indebida por parte de un grupo de agentes de viajes, quienes esperan iniciar acciones legales.
Sin embargo, a pesar de estas y otras excepciones, los turoperadores han sabido sostenerse en los años de crisis, indicó Lorena Arriagada.
“El período de dos años de pandemia, y antes el estallido social en Chile, han sido extremadamente duros para el sector. Ha sido un desafío persistir estando 24 meses sin movimiento por lo cual hubo algunas empresas que no resistieron esta situación. Hoy, nuestros socios siguen ‘tirando el carro’, y me parece que el valor del empresario turístico ha sido casi heroico. Cuando muchos otros sectores de la economía estaban a plena marcha, como es el retail, la minería, entre otros, el turismo estaba sin ingresos, sin poder operar por imposición de la autoridad, y con un sector bancario que le cerró las puertas. Así y todo, hay muchas empresas que han seguido”, concluyó la secretaria general de Achet.
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